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| Foto: La Liga |
Lucas Boyé debutó con el Celta en la anterior jornada, en el partido disputado en Balaídos ante el Espanyol. Fue un debut meramente testimonial, ya que el ariete argentino no llegó a contactar con el balón. Por eso, el del pasado lunes fue el debut real de Boyé como jugador del Celta.
El delantero juega cedido por el Torino, que ha añadido una opción de compra de 12 millones de euros que deberá ejecutar el Celta al término del presente curso. Se antoja una cantidad importante para los méritos que ha mostrado en el Torino, y también para lo que pudimos ver en el Coliseum Alfonso Pérez, aunque obviamente es pronto todavía para juzgarlo.
Hay que tener en cuenta que su salida al terreno de juego llegó en un mal momento. El Celta perdía 2-0, y Unzué decidió realizar un cambio muy ofensivo, que no mejoró para nada la situación del partido para los célticos. A Boyé no se le puede negar el sacrificio, incluso en algunos casos excesivo, que le llevó a ver rápidamente una tarjeta amarilla, y poder haber visto la segunda unos minutos después a poco que el colegiado se pusiese quisquilloso.
Futbolísticamente no pudimos ver gran cosa, pero tal vez no era el momento ideal para demostraciones sobre un terreno de juego. Esperemos que en los próximos partidos tenga más opciones y pueda demostrar que ha merecido la pena su contratación.
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