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| Foto: Atlántico Diario |
La Copa del Rey ya es historia. Una vez eliminados de esta bonita competición, toca pensar en lo que da de comer: La Liga. La competición doméstica es siempre la más importante, especialmente en años en los que no se disputan competiciones europeas, así que ya sin distracciones, el equipo podrá centrarse exclusivamente en acabar lo más arriba posible en la tabla de clasificación.
El objetivo sigue siendo el mismo del inicio de temporada, porque los números así lo permiten, pero sin olvidarse de asegurar cuanto antes la permanencia para vivir un final de temporada tranquilo. El Celta ocupa ahora mismo la decimoquinta posición, pero es algo muy engañoso. Si el pasado domingo hubiese derrotado al Madrid ahora sería octavo.
Esto habla de una enorme igualdad en la zona media de la tabla, que se irá desenmarañando en las próximas jornadas. Por eso es fundamental lo que haga el equipo de Juan Carlos Unzué en los próximos encuentros. A una jornada para el final de la primera vuelta, el equipo celeste cuenta con 7 puntos de ventaja sobre el descenso, y está a 6 de la Europa League. Pero ojo porque la séptima plaza probablemente dará acceso a esta competición. El objetivo en ese caso es el Eibar, que suma 27, 5 más que el Celta.
Europa es posible, pero sin despistarse del objetivo básico. El partido de este domingo ante el Levante se vuelve más importante que nunca. Lo que suceda en las próximas jornadas determinará el futuro del equipo. Y ahora ya no hay excusas ni cansancio que valga. Solo ganar.
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