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| Foto: Denis Doyle/Getty Images |
El Celta encara por tercer año consecutivo un reto imposible en la Copa. Parecía imposible eliminar al Atlético de Madrid hace dos temporadas, y aún más hacerlo el año pasado con el Real Madrid. Algo parecido a lo que todos pensamos ahora justo antes de comenzar la eliminatoria de octavos de final ante el Barcelona. Parece imposible, y sin embargo no lo es.
Aunque obviamente es muy complicado. Eliminar al Atlético y al Madrid tampoco lo fue en su momento. El equipo vigués no pasó del empate en la ida ante los colchoneros, por lo que era necesario ir a Madrid a empatar con goles o ganar. Un golazo de Guidetti y dos de Pablo Hernández fueron suficientes para apear a los madrileños.
Un año después, el Celta volvía a visitar la capital para intentar eliminar a uno de los grandes, en este caso al Real Madrid. La ida se dio bien, con un gran planteamiento que asfixió a los blancos. Iago Aspas y Jonny fueron los ejecutores. Con ese resultado la vuelta podría parecer fácil, pero no lo fue. Se adelantó Guidetti, empató Ronaldo, y Wass puso el 2-1 casi definitivo a pocos minutos del final. El Madrid aún empató y aumentó las pulsaciones de los celestes, pero el equipo de Berizzo se clasificó para las semifinales.
Ahora llega un Barcelona que viene de ganar las tres últimas ediciones de la Copa, y por supuesto es el gran equipo histórico de esta competición. Un hueso muy duro de roer, que ahora parece imposible y que convertirá en una gran gesta su eliminación.
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