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| Foto: Faro de Vigo |
Uno de los cambios más significativos del Celta con respecto al de las primeras jornadas es la posición de Iago Aspas. El moañés sufrió en las primeras jornadas, demasiado pegado a la banda derecha. No encontraba el gol ni su mejor gol. Se desgastaba demasiado en defensa y no tenía tanta frescura arriba. El equipo lo pagó, y menos mal que en ese tramo Maxi Gómez tenía el don de enchufar a gol todos los balones que le llegaban.
Fue ante el Athletic cuando más claramente se vio algo que ya se intuía en partidos anteriores. Unzué decidió acercar a Aspas a la portería, centrando más su posición. Pero ese cambio exige un sacrificio importante a sus compañeros, especialmente a Daniel Wass, que tiene que estar siempre pendiente de la ubicación de su compañero para saber donde se debe situar. El danés ha asimilado como nadie esta función y es un jugador clave para el equipo.
Esta mañana, Aspas destacó a sus dos compañeros de ataque, los que más se relacionan con el moañés: “Daniel hace un trabajo oscuro incansable, me da la vida cuando caiga a banda y me cierra dentro. Tanto con él como con Maxi me complemento bien y eso me da libertad para buscar espacios o ir a recibir”. Además reconoció que su entendimiento con Maxi es cada vez mayor, y una buena prueba de ello son las cifras goleadoras. Entre los dos suman 22 tantos.
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