Un jugador superlativo


Foto: Atlántico Diario
Durante la retransmisión del partido disputado ayer por Barcelona y Celta, Axel Torres, comentarista de BeIN Sports, se refirió en varias ocasiones a Iago Aspas como un jugador superlativo. No es habitual que los narradores “imparciales” tengan tanto conocimiento del Celta como el que siempre exhibe Axel Torres, y a poco que uno siga al Celta coincidirá con el catalán en su apreciación. 

Iago Aspas es un jugador que seguramente el Celta no se podría permitir de no ser porque lleva al Celta muy dentro. Cierto es que cuando probó suerte en Liverpool o Sevilla no parecía ser el enorme jugador que es cuando viste de celeste, por lo que para un equipo como el céltico, tenerlo en sus filas es un auténtico lujo. 

Lo estamos viendo desde su regreso al Celta hace dos veranos. El equipo, antes entrenado pro Berizzo y ahora por Unzué, baila al ritmo que marca el moañés, especialmente desde la marcha de Nolito, que le dio todos los galones al canterano, convirtiéndose en estrella indiscutible del equipo, internacional absoluto y candidato a estar en el próximo mundial. Casi nada. 

Su evolución futbolística es digna de estudio. En la cantera todos veían sus grandes condiciones, pero no era el gran talento. En el draft céltico seguramente ni sería el número 1, pero su progresión desde que llegó al primer equipo ha sido espectacular, hasta convertirse en el futbolista que es ahora mismo. Un enfermo del fútbol, dicen de él, capaz de ver una cantidad increíble de partidos en un fin de semana. Conoce a los rivales, los estudia y ha sabido pulir sus defectos y maximizar sus virtudes. Es un futbolista que se ha hecho a  sí mismo, apoyado en una indiscutible calidad técnica. 

Sí, tal vez superlativo sea la palabra correcta para definir a Iago Aspas. Axel Torres lo conoce bien, sabe de su importancia en el Celta. Incluso dijo que era el Messi del Celta, pero me atrevería a decir que incluso más que Messi para su equipo. 

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