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| Foto: Álex Caparrós/Getty Images |
El ex jugador celeste, Rafinha Alcántara, ha recibido el alta médica tras ocho meses de lesión. El brasileño ha pasado por una nueva lesión grave, que en este caso afectó al menisco interno de la rodilla. De hecho, el futbolista podría reaparecer el próximo 4 de enero en Balaídos, en el partido que enfrentará a su equipo con el Celta en la eliminatoria de octavos de final de la Copa del Rey.
El calvario de Rafinha comenzó en 2015, tras una fea entrada de Nainggolan en un partido de Champions ante la roma. Las pruebas determinaron que el brasileño tenía afectado el ligamento cruzado anterior y la cápsula posterior de su pierna derecho. Se lesionó en septiembre de ese año y no reapareció hasta abril de 2016.
Se recuperaría de esa dolencia, pero volvió a perderse varios partidos por diversas dolencias, problemas en el adductor, otro en el Talón de Aquiles, se lesionó el codo, se hizo un corte en la frente y le rompió la nariz tras un choque con Ter Stegen. En abril de 2017 llegaría la lesión de menisco, de la cual tuvo que se operado en octubre y de la que felizmente está recuperado.
Su regreso podría producirse en un estadio al que le tiene mucho cariño. En Balaídos vio jugar a su padre cuando era un niño, y dio sus primeras patadas al balón junto a su hermano Thiago. En la Temporada 2013-14 jugó cedido en el Celta, siendo uno de los mejores de aquel equipo que entrenaba Luis Enrique, quien posteriormente sería su entrenador en el Barcelona.
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