Maxi Gómez, capaz de lo mejor y de lo peor


Foto: Jorge Guerrero
Maxi Gómez fue el protagonista del Celta durante toda la semana. La supuesta oferta recibida por el equipo vigués desde el fútbol chino ha sido la gran noticia de los últimos tiempos. Según varios medios, el Celta podría traspasar al internacional uruguayo por unos 20 millones de euros. Las cifras bailan según el medio, pero se aproximarían a esa cantidad con las variables que se introduzcan en dicho traspaso. 

Así pues, muchos ojos estaban puestos en el futbolista charrúa, que nada más comenzar el partido marcó un golazo tras un centro de Pione Sisto. El delantero celeste remató de cabeza a 16 metros de la línea de gol sorprendiendo a Soria, que estaba tal vez un poco descolocado. 

Fue lo mejor que hizo, porque a partir de ese momento empezó a bajar de forma preocupante su rendimiento, desperdiciando tres goles que se daban por hechos. Primero con un centro de Wass que era un caramelo. El delantero llegó un pelín tarde, lo suficiente para no poder conectar un buen cabezazo. Ya en la segunda mitad marró otra ocasión ante el meta rival. Estaba demasiado solo y se llenó de balón. En los últimos minutos también desperdició otra ocasión en una acción en la que da la sensación de que creía que estaba en fuera de juego y no precisó el remate. Pero no lo estaba. 

El ariete fue capaz de lo mejor y de lo peor. Está haciendo una gran temporada. Suma 7 goles en 11 partidos, y aunque sigue manteniendo sus detractores, las cifras hablan por sí solas. El Celta deberá pensar si merece la pena el dinero que recibe ahora o si confía en que se pueda revalorizar más de aquí a uno o dos años. Es una apuesta, como lo fue en su momento pagar 4,3 millones de euros cuando nadie creía en él. Tiene una cláusula de rescisión de 50 millones y contrato hasta el 2022. No existen las urgencias, y el futbolista parece que está por la labor de seguir. Veremos si está a tiempo de arrepentirse. 

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