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| Foto: LFP |
Varios suplentes tenían ayer una buena oportunidad para reivindicarse, y como suele decir Unzué, para demostrar al técnico navarro que está equivocado. Sin embargo, en muchos de los casos, su actuación no ha hecho más que dar la razón al entrenador celeste. Especialmente en el caso de Guidetti, que no estuvo a la altura, si bien el resto del equipo tampoco lo acompañó en exceso.
Emre Mor fue otro de los que buscaba reivindicarse y no pudo hacerlo, fallando en lo que suele fallar habitualmente. El internacional turco tiene mucho desequilibrio, regate y talento, pero no acaba de lograr imponerlo en los metros finales. En su caso es comprensible teniendo en cuenta que lleva varias semanas parado y sin ritmo de competición.
Tampoco se ganó el puesto Radoja, que jugó un partido discreto, aunque es cierto que el serbio es un futbolista diésel que necesita una serie de partidos para encontrar su mejor momento, ese que alcanzó el año pasado y que le convirtió en uno de los mejores jugadores del equipo. Otro que tenía una buena oportunidad era Hjulsager, y si bien no hizo el partido de su vida, salvo el trámite y cumplió, dando incluso el pase que posteriormente acabaría con el penalti cometido sobre Iago Aspas que le dio la victoria al Celta. Mención aparte para Sergio, que fue el único que se reivindicó con un buen partido, aunque no exento de fallos puntuales que pudieron costar algún disgusto.
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