La Copa, la razón de ser del Celta


La Copa del Rey vuelve a Balaídos. La competición del K.O es una de las más especiales para el celtismo, y encierra una deuda histórica del fútbol con el club celeste, una deuda que nos retrotrae a más de un siglo, incluso antes de la fundación del Celta, cuando el Vigo Fútbol Club, germen de lo que posteriormente sería el club celeste, disputó la final de la Copa ante el Real Madrid, cayendo derrotado por dos goles a uno. 

Era 1908. Por entonces Vigo ya era la capital del fútbol gallego. Los dos mejores equipos habían nacido en esta ciudad y se disputaban el trono gallego. El Vigo, antes mencionado, y el Fortuna de Vigo. Sería el Vigo el primero en comenzar la serie de fusiones que llevaron al nacimiento del Celta, al hacerlo con el Sporting formando el Vigo Sporting, que rivalizaría con el Fortuna en la siguiente década. 

Por entonces, el campeón regional disputaba la Copa de España, pero allí los equipos vigueses se encontraban con el potencial de los equipos catalanes, madrileños y sobre todo vascos, que dominaban por entonces la competición. Alrededor de 1915, Manuel de Castro, Hándicap, periodista de Faro de Vigo y hombre de fútbol, comenzó a escribir artículos sobre la necesidad de una fusión que crease un equipo gallego potente que pudiese hacer frente a estos equipos. 

Las negociaciones fructificarían y acabarían con el nacimiento del Celta de Vigo en 1923. El equipo usó los colores representativos de Galicia y un nombre que le representase. Fue el Celta un equipo creado para competir en la Copa de España con garantías, para ganar esa competición. Ese fue su objetivo fundacional. Pocos equipos nacieron con tanta ambición. 

Más de 90 años después, el Celta sigue sin alcanzar ese objetivo, llegando 3 veces a la gran final y en 11 a las semifinales, sin poder alzar el trofeo en ninguna ocasión. Los dos últimos años alcanzó la penúltima ronda cayendo ante Sevilla y Alavés. Ganar esta competición es cada vez más difícil por el potencial de Madrid y Barcelona, además de otros clubes como Sevilla o Atlético de Madrid que suelen competir por ganarla.  Pero la ilusión puede más que la realidad, y en Balaídos son muchos los aficionados que sueñan con hacer algo grande, o al menos repetir lo hecho en los dos últimos años, donde el equipo ha sido capaz de eliminar a equipos como Madrid, Atlético o Valencia. 

Mañana la competición vuelve a Balaídos con un duelo ante el Eibar a quien derrotó el Celta en el partido de ida (1-2). Mantener esa renta y pensar en el rival de octavos de final es el objetivo. El Celta no descansará hasta alcanzar ese objetivo por el que los directivos de Fortuna y Vigo decidieron juntar su destino. 

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