Recuerdos | Cuando un 0-3 no es suficiente


Foto: Las Provincias
El estadio de Gran Canaria es uno de los templos malditos para el celtismo. Allí nunca ha ganado el Celta, que de todos modos no gana en Las Palmas desde mayo de 2001. Demasiado tiempo para un equipo que ha visitado desde entonces en varias ocasiones este estadio sin suerte. 

Un buen ejemplo de esa maldición lo tenemos en el partido disputado entre ambos equipos el pasado año cuando llegó a situarse con tres goles de ventaja. Solo habían pasado cinco minutos cuando el Celta ya campeaba en el marcador gracias a un tanto de Daniel Wass de libre directo. En el minuto 20 Aspas había marcado otros dos goles, uno a pase de Sisto y otro de Orellana para poner un claro 0-3 que auguraba una victoria sencilla. 

Pero el fútbol da muchas vueltas, y algunas son absolutamente inverosímiles. Todo comenzó a torcerse en el minuto 33 con la lesión de Orellana, que fue sustituido por Marcelo Díaz. Aquello no tuvo efecto en el marcador, e incluso se vio a Las Palmas con poca capacidad de reacción. Pero tras el descanso todo cambió. En el 52 marcaba Bigas el 1-3 tras una mala salida de Sergio. todo se precipitó en el minuto 66 cuando Melero López señaló un penalti inexistente de Sergi Gómez, que además acarrearía la expulsión del catalán. 

Jonathan Viera puso el 2-3, y con un jugador menos, el Celta tardó dos minutos en encajar el empate, obra de Boateng. En ese momento todos temíamos que el empate no sería lo último que pasaría en el partido, pero el Celta se rehizo muy bien, mantuvo el marcador, e incluso tuvo un par de ocasiones más o menos claras para poner el 3-4 que finalmente no llegó.

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