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| Foto: Atlántico Diario |
Es una obviedad que dejar la portería a cero con relativa frecuencia es una virtud en el mundo del fútbol. No lo es todo, porque lo principal es marcar un gol más que el rival, pero la endeblez defensiva ha limitado a muchos equipos a lo largo de la historia porque no todos los días es posible marcar cuatro goles para ganar.
En el Celta estamos viviendo un año bastante complicado en el aspecto defensivo, aunque las cifras de goles a favor son bastante exuberantes. Los de Unzué han marcado al menos un gol en todos los partidos, pero esto no siempre garantiza la victoria sin una cierta solidez defensiva. No es casualidad que el Celta haya ganado los dos únicos partidos en los que no encajó gol (Alavés y Eibar).
Ante los vitorianos bastó un solitario gol de Maxi Gómez para otorgar los tres puntos al equipo vigués, mientras que ante el Eibar la victoria fue mucho más clara (0-4). El contrapunto es que cada vez que el Celta encajó un gol, no pudo ganar el partido, así que para ganar en Las Palmas será necesario reforzarse la seguridad defensiva, y a ser posible no encajar ningún gol. O marcar uno más que el rival. Eso también nos vale.
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