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| Foto: Ricardo Grobas/Faro de Vigo |
Aún pendientes de conocer el alcance real de la lesión de Facundo Roncaglia, que seguramente se perderá varias semanas por la rotura fibrilar sufrida el pasado jueves ante Pachuca, el tema del lateral derecho sigue dando mucho que hablar entre el celtismo. El debate se ha instalado, entre los críticos con la planificación deportiva del Celta, y los que consideran que la mala suerte es difícil de controlar.
El caso es que sea por el destino, la casualidad o el error de planificación, el Celta se enfrenta a varios partidos sin un lateral derecho puro en la plantilla, en realidad solo cuenta con uno, y sin su sustituto. Ambos lesionados. Ha sido una fatal coincidencia que deja a Juan Carlos Unzué en una difícil disyuntiva, al tener que decidir entre reconvertir a algún jugador del primer equipo o apostar por el filial.
Sergi Gómez seguramente sea el principal candidato a ocupar esta posición. No cuenta con mucha experiencia en esa posición, pero ya jugó con Berizzo ocasionalmente, sin destacar especialmente como lateral derecho. Sus condiciones no invitan a pensar que pudiese hacer carrera en esa posición y tiene un claro perfil de central. Otra opción es poner a Daniel Wass, que ha jugado muchos partidos en esa posición, tanto con el Eviant como con la selección danesa, pero hace casi tres años que no visita esa posición.
La otra alternativa, presentada por el propio Unzué tras el partido ante el Pachuca, es la de situar a Diego Alende, defensa central del filial, al que ya probó durante el verano en esta posición. También sería algo antinatural en un futbolista sin mucha experiencia en la máxima categoría, por lo que podría sufrir. La opción que parece totalmente descartada es la de subir a Riki Mangana, pero su inexperiencia, incluso con el filial, y el hecho de que no se ha entrenado habitualmente con el técnico navarro, parecen descartar al canterano.
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