El reencuentro con Yoel


Foto: LFP
Yoel Rodríguez es un celtista más en la diáspora futbolística. El vigués salió del Celta en el verano de 2014, fichando por un Valencia que pagó poco más de 2 millones de euros por él. No era su intención, pero le convencieron de que ese traspaso era lo mejor para él y para el Celta. Y acabó accediendo, no sin antes expresar su deseo de volver algún día a la que aún hoy sigue siendo su casa. 

En su última visita a Balaídos sorprendió contestando en gallego a las preguntas de David Moldes para BeIN Sports. Fue un gesto muy aplaudido desde gran parte de la afición celeste. Estaba tan nervioso por su regreso que seguramente no reparó en ese detalle y le salió con naturalidad hablar gallego. 

Ayer volvió a vivir un partido especial, aunque no pudo estar en el campo. Tras no poder triunfar en el Valencia, y tampoco destacar en un Rayo Vallecano que iba a la deriva. Eibar le devolvió la vida como futbolista. Se hizo con la titularidad y con la confianza mejoró muchísimo en su juego, pero una desgraciada lesión este verano le tendrá fuera de circulación durante unos meses. 

Pero ayer visita a su nuevo equipo el suyo de toda la vida, el Celta. Y allí estuvo, saludando a sus ex compañeros, que aún quedan bastantes. Por supuesto a su amigo Sergio, con quien compartió tantos entrenamientos, y con quien compitió en el Celta y en el filial por un puesto en la titularidad. También a Rubén Blanco, a los defensas, que siguen siendo los mismos, y a todos los que aún hoy están en el equipo. Fue un día especial. Un día menos para su regreso. 

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