El curioso caso de Pione Sisto


Foto: LFP
Pione Sisto protagonizó ayer un suceso bastante curioso. El internacional danés fue clave en la victoria céltica gracias a los tres centros laterales que acabaron en gol. Los dos primeros en sendos lanzamientos de falta que supusieron los dos primeros goles del Celta. El primero gracias a un remate de Cabral, y el segundo ante la indecisión del portero rival, despistado por el intento de remate de Sergi Gómez. El acta le concede el gol a Sisto. 

Unos minutos después, tras un saque de esquina volvió a colgar otro balón lateral que acabó con un remate de tijera de Pablo Hernández que ponía el 0-3 en el marcador y cerraba definitivamente el partido. En todas las acciones había estado Pione, y en parte gracias a él había llegado la victoria. 

Y sin embargo su partido no fue precisamente bueno. Un poco en la línea del Celta, que no hizo el partido de su vida, mucho menos si lo comparamos con la contundencia del resultado. Más allá de los centros, a Sisto no le salía nada. No se iba de sus rivales, perdía el balón en zonas comprometidas, no acababa de entenderse con los delanteros, y para rematar falló un mano a mano ante el meta rival en la segunda mitad. 

Iago Aspas suele corregir mucho a Sisto, a veces en demasía, y ayer tuvo que hacerlo en muchas ocasiones, especialmente en una jugada en la que el moañés se encontraba en buena posición para el remate pero Sisto no encontró línea de pase o no la vio. La reprimenda de Aspas durante el repliegue no pasó desapercibida incluso por la tele. 

No tuvo su día Sisto. Este sería el resumen si no hubiese dado tres goles al Celta con sus centros. Y claro, ¿Quién le dice nada así?. Por mí que juegue siempre igual de mal, y que sea siempre tan efectivo. Y ya el día que además de poner medio gol cada vez que cuelga un balón, también se vaya de sus rivales, marque goles y se entienda con los de arriba tendremos que darle el balón de Oro. O el Manuel de Castro que es mucho más importante. 

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