Rubén Blanco: 9 meses y 23 días después

Rubén Blanco ante el Espanyol (Foto: Atlántico Diario)

9 meses y 23 días. Ese es el tiempo que pasó entre el último partido oficial de Rubén Blanco y su regreso al equipo en Ipurúa. Su última aparición fue contra el Espanyol, en un partido disputado en Balaídos que finalizó con empate a dos goles. El mosense se lesionó aquel mismo día, una costosa recaída de una lesión previa que le mantuvo fuera de los terrenos de juego durante lo que restaba de temporada. 

Y eso que su recuperación llegó antes de que se acabase la Liga, pero Eduardo Berizzo no consideró que debía volver al equipo, no por la lesión sino por otras cuestiones que no han trascendido. Con el jugador recuperado, fue Iván Villar el elegido para la suplencia en esos últimos partidos, e incluso llegó a debutar en Mendizorroza ante el Alavés. 

Ya recuperado y con la llegada de un nuevo entrenador, Rubén Blanco confiaba en volver a la titularidad. Eran muchos los que creían que podía ser así, aunque Sergio rindió a un excelente nivel en la segunda vuelta de la pasada campaña. Pero el 13 es un jugador muy valorado en Praza de España, donde consideran que es un portero de mucho futuro, una idea que les ronda por la cabeza desde hace varios años, antes incluso de aquella aparición estelar en las dos últimas jornadas de la Temporada 2012-13, la del 4% y una salvación agónica que tuvo en Rubén a uno de sus héroes. 

Mucho tiempo ha pasado desde entonces, y lo lógico sería pensar que ese joven guardameta que despuntó en dos partidos trascendentales, estaría más de cuatro años después totalmente asentado en la titularidad. Pero no es así. De momento ha vuelto a ser titular en un partido en el que los palos hicieron su trabajo y después los goles del Celta desarmaron a un Eibar sin respuesta en la segunda mitad, donde no tuvo que emplearse. Prácticamente no tocó balón y ni tan siquiera hay fotos suyas del partido. 

Veremos si su titularidad se debe a un cambio en la portería o a la política de rotaciones de Unzué. No es que el navarro se haya caracterizado por hacer cambios muy bruscos, así que es posible que le haya dado una oportunidad, y al menos en el primer partido ha salido bien. El Celta no encajó, seguramente no por responsabilidad de Rubén, pero el caso es que regresó a Vigo sin recoger ningún balón de su portería. Casualidad o no allí estaba él, 9 meses y 23 días después.