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| Foto: Ricardo Grobas/Faro de Vigo |
David Costas salió el pasado mes de enero hacia Oviedo con la esperanza de encontrar minutos y regresar con más opciones de jugar en el Celta. El cambio de entrenador le hacía albergar nuevas esperanzas, ya que apenas había contado para Berizzo, que lo acabó poniendo de lateral derecho, sin darle confianza como central.
El de Chapela ha demostrado buen nivel en sus dos cesiones consecutivas en el Mallorca y en el Real Oviedo, pero sigue con la asignatura pendiente de triunfar en el equipo en el que se ha formado, y parece que este año las cosas empiezan igual de mal que otros años. David Costas tampoco cuenta para Unzué, que era ayudante de Luis Enrique cuando el asturiano le dio confianza en el primer equipo.
Durante los partidos de pretemporada alternó la posición de central con la de lateral derecho, y da la sensación de que ahora mismo es el quinto central y el tercer lateral derecho, si entendemos que Roncaglia puede ocupar esta posición. Así las cosas, su situación no parece muy diferente a la del año pasado. En el primer partido de Liga se ha quedado fuera de la convocatoria.
Por delante tiene tiempo para enderezar la situación y convencer a Unzué de que lleva dentro un buen central. Claro que también hay tiempo hasta el 31 de agosto para valorar opciones, si es que las tiene. El Celta ha decidido quedarse con él, y en principio no estudia la posibilidad de cederlo, al menos si atendemos a las informaciones oficiales, pero es evidente que no acaba de entrar en los planes y que la vida no ha cambiado mucho para el canterano.
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