El Celta está dejando buenas sensaciones en ataque durante los primeros partidos de pretemporada, marcando goles en todos los partidos, salvo los 45 minutos ante el Racing de Ferrol, y mostrándose bastante resolutivo en ataque. Un buen ejemplo fue el partido del pasado sábado, en el que sin apenas tener muchas ocasiones mostró una efectividad que le permitió irse del partido con tres goles a favor.
Además está llamando la atención por la manera en la que saca el balón jugado desde la defensa, y la efectividad de su juego combinativo. El contrapunto lo encontramos en la línea defensiva. Salvo en el triangular de Ferrol, donde el Celta dejó la portería a cero, en los partidos ante Brentford y Burnley encajó dos goles por noche, y ante el Leverkusen la cifra se elevó a tres, que pudieron ser incluso más de no ser por la gran actuación de Sergio en la primera mitad.
Es cierto que estamos en pretemporada y que estos partidos sirven para preparar la temporada y ajustar los detalles del juego tanto ofensivo como defensivo, pero es innegable que a día de hoy la zaga es una de las preocupaciones de la afición céltica, que no quiere otra sangría de goles en contra como la sufrida el año pasado, el peor en el aspecto defensivo de la era Berizzo.
El equipo está reajustando su sistema, que durante tres años se basaba en una presión al hombre en la salida de balón rival, con marcas individuales bastante pegajosas, a los mejores jugadores de los equipos rivales. La defensa este año volverá a ser en zona, como es habitual en los equipos de la Liga, pero Unzué reveló que seguirán aplicando seguimientos al hombre en la presión sobre la salida del rival. En los partidos de pretemporada no se ha visto, pero es de suponer que estarán trabajando en ello.
El Celta debe modificar lo ensayado durante tres años, y eso seguramente requiera de un proceso en el que puede haber desajustes, que estamos viendo ahora especialmente cuando los pivotes pierden el balón o les ganan la espalda. Ajustar la relación entre la zaga y la medular será clave para evitar los espacios que ahora mismo deja el Celta, y que pueden costar muchos goles. Por fortuna, el trabajo del cuerpo técnico seguramente dé sus frutos más pronto que tarde y esta preocupación pase a un segundo plano para evitar sufrimientos en la Liga.
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