Muchos seguramente recordaréis a Manu Táboas, el que muchos apuntaban hace unos años que sería el portero de futuro del Celta. El vigués llegó al Celta B con una edad muy temprana y fue suplente de Sergio durante dos temporadas. Después de que el de Catoira subiese al primer equipo, todo apuntaba a que sería Táboas quien heredaría su puesto.
Sin embargo, el club decidió fichar a Matías Dituro, que fue el portero elegido para esa temporada. Por detrás venía pisando con fuerza Rubén Blanco, y acabó saliendo del equipo en el mercado de invierno para enrolarse en las categorías inferiores del Sporting de Gijón.
Su carrera desde entonces ha sido bastante variable, pero se ha hecho un nombre en el grupo gallego de la Tercera División. Jugó dos temporadas en el Ourense, y de ahí pasó al Alondras, donde disputó 12 encuentros en la Temporada 2014-15. Tras jugar en Cangas fichó por el Ribadumia, donde ha disputado 56 partidos en las dos últimas temporadas, de ellos 38 en la última.
Esta semana ha sido presentado como nuevo jugador del Céltiga, también de la Tercera División, en donde intentará seguir siendo importante como lo era en el Ribadumia, e intentar crecer para dar el salto de categoría.
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