El mensaje de Carlos Mouriño se ha centrado fundamentalmente en el posible acuerdo por Balaídos. El Presidente comenzó dando un pequeño palo al Concello: “Es muy desagradable para el Celta enterarse por la prensa de que la grada de río ha sufrido una demora importante y que eso va a causar muchísimos problemas en las renovaciones y a los aficionados”.
También envió una pulla a Caballero por las declaraciones en las que aseguraba que el Celta estaría en Balaídos cien años más: “También nos extraña que alguien totalmente ajeno al Celta pueda decir que el Celta va a seguir jugando en Balaídos 100 años. Me parece que no le corresponde. La decisión de donde juega el Celta depende exclusivamente al Celta, en colaboración con todos los aficionados. la entidad es la única que puede determinar su futuro”, destacó.
A continuación, el presidente aseguró estar “en la mejor disposición de diálogo”, y enumeró las exigencias al Concello para aceptar la concesión: “Que tuviera un aparcamiento, que se pudieran aprovechar los bajos comerciales, que se recogiera el agua de las inundaciones, que sea cómodo para los aficionados, que pongan los ascensores que deben de ir, la distancia entre asientos debe ser buena para que los aficionados tengan la comodidad correcta”.
Sobre el acuerdo se mostró optimista: “No somos pesimista. Creemos que estamos en la pauta para llegar a grandes acuerdos. No queremos que haya ganadores ni perdedores, sino que los ganadores sean el Celta y la ciudad de Vigo”. El Presidente cerró su intervención con un mensaje claro: “Con esto dejaríamos atrás todas las polémicas, haríamos un gran club con un gran futuro, una gran consolidación y tranquilidad para que todas la ciudad y todos los celtistas pudiéramos disfrutar de un gran club. Si esto lo conseguimos podemos seguir soñando”, concluyó.
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