Licencia para provocar


Foto: Miguel Riopa/Getty Images
¿Qué sería de Sergio Ramos si no jugase en el Real Madrid? No sabemos como le iría en su carrera deportiva, pero lo que es evidente es que no se podría comportar como un macarra como hace defendiendo el escudo del equipo blanco. Su actitud es siempre la misma, intentando amedrantar a árbitros y rivales, provocando constantemente, y curiosamente acabando la mayoría de los partidos sin tarjeta amarilla. 

Lo hizo en el partido de Copa, donde intentó desquiciar a Iago Aspas, con escupitajos incluidos. En aquella ocasión Aspas cayó en sus provocaciones pero salió vivo. Ayer fue Martínez Munuera quien envió al moañés al vestuario después de que Sergio Ramos cometiese un penalti sobre él. 

¿Qué hubiera pasado si esa misma acción sucediese en el área contraria? De momento no hubiese sido expulsado Aspas, y lo más probable es que señalase penalti. Sergio Ramos tendría una amarilla, y no podría comportarse como un matón en el resto del partido. En el minuto 84, tras una pugna con el Tucu Hernández acaban los dos en el suelo, y el jugador del Real Madrid empezó a insultar a su compañero de profesión. La pelea estuvo cerca, y el colegiado repartió una amarilla a cada uno de los dos. 

Pero no fue la única provocación de Ramos, porque es algo constante en cada partido. El sevillano vive de eso, y le salva su status de capitán del Real Madrid. No debería ser así pero, ¿quién le pone el cascabel al gato?. Martínez Munuera no. 

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