La conexión tinerfeña Felipe - Unzué

Foto: Ricardo Grobas/Faro de Vigo

Felipe Miñambres recibió ayer a Juan Carlos Unzué en el aeropuerto de Peinador. El director deportivo del Celta no recibía a un desconocido a nivel personal, ya que los dos compartieron vestuario durante dos temporadas en el Heliodoro Rodríguez López de Tenerife. En el verano de 1997 se incorporó al cuadro chicharrero un veterano guardameta que había militado las siete temporadas anteriores en el Sevilla, de donde salió tras el descenso del equipo hispalense en 1997. 

Unzué llegaba un equipo que venía de hacer una gran temporada en Europa el año anterior, con Felipe como una de las estrellas y referencia absoluta en el vestuario blanquiazul. La primera campaña estuvo a la sombra de Bengt Anderson, y el segundo año compitió con Navarro Montoya por la titularidad. Esa campaña, que fue la última de Felipe Miñambres como futbolista profesional, no acabó nada bien ya que el Tenerife regresaba a Segunda División después de una década en la máxima categoría. Un descenso que vivieron juntos Felipe y Unzué. 

No sería el último descenso del ahora técnico del Celta, quien dos años más tarde vivió una situación similar en el Real Oviedo. Unzué colgaría las botas con 35 años en Osasuna, el club que le vio nacer. Ayer, 20 años después se produjo el reencuentro entre Unzué y Felipe Miñambres.  Durante su convivencia en Tenerife, Felipe y Unzué vieron el paso de 6 entrenadores por el banquillo del equipo chicharrero en solo dos años: Víctor Fernández, Rafael García Cortés, Artur Jorge, Juan Manuel Lillo, Carlos Aimar, y Robi. Cuando pasan tantos entrenadores por un banquillo la cosa suele acabar como acabó en Tenerife.