Esa cosa extraña que hay los domingos


Foto: Marta G. Brea/Faro de Vigo
El Celta está viviendo una temporada un tanto extraña, especialmente desde la vuelta de las vacaciones de navidad, en la que el equipo vigués apenas ha prestado atención a la competición de la regularidad. Por la semana compite, primero en la Copa del Rey y después en la Europa League, las competiciones que más han interesado al cuerpo técnico, a los jugadores y también a la afición. 

El equipo vigués está rotando prácticamente desde el mes de enero, y salvo contadas ocasiones han jugado los titulares el fin de semana. Esta noche hay un partido y más de uno no se habrá ni enterado de a qué hora es o contra qué rival. La Liga ha pasado a convertirse en esa extraña cosa que hay los fines de semana. 

Porque además, el Celta no ha competido prácticamente. Realizó una primera vuelta buena, aunque alejado de los puestos europeos. Certificó muy pronto su permanencia, y casi a renglón seguido la imposibilidad de alcanzar los puestos europeos, así que lo único que hay en juego es el honor, y ese dinerillo que pueden dejar las televisiones. Pero eso no es algo tangible para el aficionado. No es algo que afecte a un aficionado, para quien lo de esta noche será siendo esa cosa extraña de los domingos. 

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