Carta de dos celtistas a Eduardo Berizzo


Foto: Getty Images
Dos celtistas nos han enviado sendas cartas dirigidas a Eduardo Berizzo, que queremos publicar y compatir con vosotros. A Eva y Víctor, muchísimas gracias. 


Gracias (Eva Fernández Prieto)

Pensé que nunca llegaría a escribir esto. Que nuestra historia tendría final feliz. Pero no pudo ser. Aiiiii...., Don Eduardo Berizzo Magnolo,...cuánto te extrañaremos! Estos tres años y dos días con nosotros han sido muy buenos. Al principio de tu etapa seguiste con la trayectoria ascendente que dejó tú antecesor, pero más tarde llegó una de las peores rachas sin ganar de nuestra historia, y ahí estuviste a punto de ser destituido si no fuera por que entraste al campo a protestar una acción injusta y defender tu escudo del alma.

A partir de entonces sólo fue crecer. Llegamos a metas que ni el mejor equipo de la historia del Celta (aquel de Karpin, Mostovoi o tú mismo) había alcanzado: 2 temporadas consecutivas llegando a semifinal de la Copa del Rey, y una semifinal de la Europa League, algo inaudito para el equipo. Eres uno de los mejores entrenadores de nuestra historia y de los que más partidos ha dirigido. Por todo eso quiero, y pienso que todo el celtismo también, decirte gracias. Gracias por todo lo que nos enseñaste, por confiar ciegamente en tus pupilos, por amar este escudo en tu etapa de jugador y ahora entrenador, por ser una persona honrada, leal y respetuosa,... No tenemos nada que protestarte.

Yo siempre me acordaré de ti porque el día de año nuevo de 2015 nos dejaste entrar a mi padre y a mí en el entrenamiento, Y eso que era a puerta cerrada. Recuerdo cada momento de nuestra corta conversación, en la que te dije que había ido a pedirle al apóstol Santiago por el equipo, por entonces en una situación muy complicada.

Me faltan palabras para expresar lo bueno que has sido con nosotros. Las puertas del Real Club Celta de Vigo siempre estarán abiertas para ti, y espero que algún día más pronto que tarde, vuelvas a entrar por ellas. Y por último, con lágrimas en los ojos, solo puedo decirte GRACIAS, por todo y por tanto. Hasta siempre Toto!!!!!


Gracias míster (Víctor Longa Orozco) 

No soy una persona dada a escribir con frecuencia, pero hoy creo que la ocasión lo merece. Me veo en la obligación de dedicarle unas palabras al que hasta hoy ha sido nuestro entrenador, Don Eduardo Berizzo. No me quiero explayar demasiado, porque la verdad no podría expresarlo todo por escrito, ya que son demasiadas experiencias y emociones como para plasmarlas en una hoja. GRACIAS.

Eso es lo único que le quiero transmitir al entrenador más grande que ha visto el celtismo en todos sus años de historia. Berizzo no ha sido simplemente magnífico, sino que ha sido uno de los pocos ejemplos de entrenadores que realmente sienten los colores. Este hombre ha derrochado celtismo allá por donde ha ido. No importaba el lugar o el momento, él siempre ha estado a la altura de las circunstancias, y siempre ha sabido lidiar con todas las adversidades que se le han presentado.

 El ‘Toto’ nos ha enseñado qué quiere decir la palabra afouteza, ha marcado un antes y un después. Recuerdo su llegada al RC Celta, rodeada de incertidumbre aunque tremendamente ilusionante. Una persona que venía de conquistar la liga chilena de la mano de O’Higgins, un club humilde, pero que había llevado a lo más alto. Su trabajo y su compromiso con el club desde su llegada a Vigo han sido irreprochables.

Su estilo, muy vistoso y claramente definido, sin complejos, ofensivo, sin miedo a nada, y con mucha ambición, permitió que fuéramos creciendo con el paso del tiempo, poquito a poquito, con pasitos pequeños pero firmes. Berizzo nos ha llevado a tocar el cielo, y a sobrepasar el techo histórico del club, que no es poco, ni es tarea fácil. Dos semifinales de la Copa del Rey y una semifinal de la UEFA Europa League, que nos han hecho soñar e ilusionarnos como nunca.

Y no, no hemos llegado a ninguna final, pero me siento tremendamente orgulloso del trabajo realizado. Porque siempre hemos dado la cara, y siempre hemos caído con la cabeza bien alta. Nunca me había sentido tan identificado con un entrenador. El ‘Toto’ se ha ganado él mismo el respeto del mundo del fútbol, y ha demostrado que con pocos recursos, se puede rendir al máximo nivel. Porque pienso que a pesar de no tener una plantilla con mucho fondo de armario, habida cuenta de las tres competiciones que hemos disputado este año, ha sabido exprimirla y sacar lo mejor de ella. Y eso, no es nada fácil. 

Después de realizar esta grandísima temporada, donde ha hecho historia y ha llevado al Celta a codearse con los más grandes del continente, es de suponer que le lleguen ofertas de otros clubes que económica y deportivamente le puedan dar más y satisfacerle a todos los niveles. Sin embargo, y contra todo pronóstico, él decide priorizar siempre el Celta sobre cualquier otra opción que surja. Un gesto que deja todavía más claro su fe en el equipo y la convicción de que todavía es posible crecer más y seguir escribiendo esta bonita historia. Evidentemente, Berizzo quiere que su trabajo sea valorado por el club y por la directiva, y es aquí donde aparece el único escollo para la renovación.

 Él no pone como requisito número uno el plano económico, él quiere que se haga un esfuerzo en reforzar al equipo, para así dar un salto de calidad y optar a lo máximo. Y son bastantes las ocasiones en las que deja más que claro que quiere continuar aquí, y que es su opción número uno. Pero no es posible, porque Carlos Mouriño prefiere tirar abajo todo un proyecto consolidado, toda una ilusión de una ciudad que sueña desde la humildad con ver al Celta en lo más alto. Me entristece conocer la mentalidad de la directiva, que no es otra que seguir considerando al Celta un equipo pequeño.

Que sí, que lo somos, pero pienso que ahora es el momento en el que podríamos dar un golpe sobre la mesa, siempre con los pies en el suelo, y en el que podría hacerse un mínimo esfuerzo en satisfacer la demanda de un míster que se ha dejado el alma por este club, que representa mejor que nadie al celtismo, en lugar de preocuparse en construir estadios en otras localidades y firmar convenios para embolsarse más y más dinero, que pienso que es lo único que le preocupa a día de hoy a nuestro presidente. 

Pero ya es demasiado tarde; Carlos Mouriño no dio su brazo a torcer, y ha echado por tierra una oportunidad de oro. Es complicado asimilar que se prime lo económico ante lo deportivo y ante el sentimiento de una afición que estará eternamente agradecida y que siempre recordará con orgullo a Don Eduardo Berizzo, el míster que nos hizo soñar. Al fin y al cabo, el fútbol es como la vida misma, todo empieza y todo acaba, todo son ciclos. La peor parte es que los ciclos buenos también llegan a su fin, desafortunadamente, con un desenlace que puede ser mejor o peor, pero este desde luego es muy negativo, porque se han puesto todas las posibilidades para seguir adelante. 

Ahora no queda otra que pensar en el futuro más próximo, que es el partido de este domingo contra la Real Sociedad, y despedir a Berizzo por lo más alto, como se merece. Y después ya pensaremos en la próxima temporada, a ver qué ocurre. Porque después de la tempestad siempre acaba saliendo el sol. Pues lo dicho, no me quiero extender mucho más. De nuevo, GRACIAS míster por todo lo que has hecho por este club, un club al que sientes en tu corazón. No tengo palabras para describir la tristeza que me ocasiona tu marcha de Vigo, pero que sepas que siempre te recibiremos con los brazos abiertos y esperemos que algún día, nuestros caminos se vuelvan a cruzar. Te deseo lo mejor, Eduardo. Eterno.

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