Apuntes para guionistas: Como no se debe terminar una serie


Foto: Atlántico Diario
Muchas cosas han pasado desde aquel día de agosto del año pasado. Muchísimas. Aquel lunes acudíamos a un Balaídos semi desnudo, con la grada de tribuna alta vacía y sin butacas para ver el primer partido de la temporada ante el Leganés, que debutaba en la categoría amargándonos el arranque liguero con una victoria sellada con un gol de Víctor Díaz, ex jugador del Ceta B. 

Después de 9 meses de intensa competición, y 60 partidos después, llegamos al final de la temporada con la sensación de que nunca volveremos a ser los mismos. El Celta ha firmado una temporada digna de ser recordada, con giros dramáticos inesperados en muchas ocasiones, y grandes alegrías que nos harán recordar esta temporada con mucho cariño, si hubiese tenido otro final. 

La sensación que tengo con esta temporada es la misma que he tenido con algunas de las grandes series que he visto. Los guionistas se lo han tomado muy en serio, han sabido mantenernos en tensión, llevarnos a los infiernos y devolvernos al cielo, pero han sido víctimas de su propia genialidad y no han sabido cerrarla con un último capítulo apoteósico. Han optado por la vía fácil: Matar al protagonista, dejando en nosotros una sensación de vacío que solo aplacará otra serie. 

Pero el gran problema es que compararemos a todas las series con esta, y difícilmente nos ofrecerá lo mismo. Porque aunque algunos actores repitan y nos recuerdan a la serie que acabamos de cerrar. Recordaremos capítulos como la victoria ante el Barcelona, los derbis de Balaídos y Riazor, eliminar al Real Madrid en la Copa, el partido de Atenas, las eliminatorias ante Shakhtar, Krasnodar y Genk. El día en que el celtismo invadió Manchester y todos y cada uno de los momentos que permanecerán vívidos para siempre en nuestra memoria. 

Y también recordaremos otros dramáticos, como el partido de Mendizorroza, el gol de Guidetti en Old Trafford… o el día en el que Berizzo dejó de ser entrenador del Celta. Es evidente que es difícil cerrar una gran serie con un final a su altura. Siempre exigimos lo mejor, pero era tan sencillo, queridos guionistas, como hacerlo en Solna. Incluso aunque al final decidieran matar al protagonista, lo habrían hecho después de conquistar a la chica. Nunca antes. 

0 comentarios:

Publicar un comentario