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| Foto: EFE |
Cuando Rubén Blanco se lesionó ante el Espanyol la previsión de su recuperación no iba más allá de dos o tres semanas. Sin embargo, cuando está a punto de cumplir los dos meses de baja, su recuperación definitiva parece aún lejana. La lesión está siendo un quebradero de cabeza para el guardameta y para el cuerpo médico del Celta, que ha optado por el conservadurismo para evitar una lesión más grave.
El técnico del Celta, Eduardo Berizzo, explicó esta mañana como es la situación de su pupilo: “Tiene una lesión compleja de resolver, de pasar de entrenarse a entrenar con riesgo. Es una lesión en el cuadríceps. El fútbol le obliga a patear y eso puede generarle una lesión grave, algo que no queremos y estamos teniendo mucho cuidado. Es una zona compleja de cicatrizar, e incluso así hay que tener mucho cuidado”, señaló.
Cuando queda menos de un mes para que finalice la competición podría darse el caso de que no volviese a tiempo, aunque los recuperadores trabajan para que esté a tiempo: “Ya salta al campo, pero obligarlo a patear sistemáticamente necesita un tiempo”, afirmó el preparador argentino, que solo puede contar con Sergio Álvarez, sometido a un esfuerzo extra desde que comenzó el año”.
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