La increíble capacidad de adaptación de Berizzo


Foto: Miguel Riopa/Getty Images
El enorme mérito de Eduardo Berizzo desde su llegada a Vigo es el de saber transformar el equipo asumiendo las bajas que ha tenido en los últimos tiempos. En su primer año al frente del banquillo céltico el tridente ofensivo estaba formado por Orellana, Nolito y Larrivey, mientras que por detrás de ellos había jugadores como Michael Krohn-Dehli y Augusto Fernández. Ese era el en la parte ofensiva, a quienes les acompañaban Pablo Hernández o Radoja, que están en el equipo. 

El equipo que formaba ayer contaba con jugadores totalmente distintos a aquel Celta que ha ido traspasando a sus mejores jugadores en los últimos años. Krohn-Dehli se fue gratis al Sevilla al acabar contrato, Augusto Fernández al Atlético de Madrid, Larrivey al fútbol árabe, Orellana al Valencia y Nolito al Manchester City. Todos pagando traspaso y siendo reemplazados por jugadores más económicos. 

Esos jugadores con los que formó el Celta ayer eran un tridente formado por Iago Aspas, Sisto y Guidetti, mientras que por detrás de ellos estaban Radoja, Pablo Hernández y Daniel Wass. Un equipo completamente diferente al de hace dos temporadas y que Berizzo ha sabido meter en la dinámica del equipo para que no solo  no se notasen las ausencias, sino que incluso el equipo sea mejor y su rendimiento más eficaz. 

Y es muy curioso porque si el equipo ofensivo es completamente distinto, en la parte defensiva jugaron los mismos que lo hacían en la mayoría de los partidos de hace dos temporadas: Sergio Álvarez en portería, y una defensa formada por Hugo Mallo, Cabral, Fontàs y Jonny. En la parte defensiva no hay tantas ofertas y el equipo se mantiene exactamente igual. Los mismos jugadores al lado de compañeros totalmente distintos, sin que la pérdida de jugadores tan notables como Krohn-Dehli, Augusto, Orellana, Nolito o Larrivey se haya notado lo más mínimo. Si aún no has sucumbido al totismo, piénsalo. 

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