El estadio en el que Señé se sintió jugador de Primera


Foto: Cristina Quicler
El año pasado Josep Señé era una joven promesa que había ascendido al primer equipo tras fichar unos meses antes por el Real Oviedo. No era una promesa al uso, ya que tenía experiencia en equipos profesionales. Su fichaje por el Celta fue una apuesta del club. Cuentan que Antonio Chaves lo vio en O Vao en un partido ante el Coruxo y se enamoró de su juego. 

También para el jugador fue una apuesta, ya que tras tres temporadas en el Real Oviedo accedía a ir a un filial con la esperanza de saltar al primer equipo. En el Celta B estuvo media temporada, ya que firmó en el mes de enero, pero fue clave para que el filial lograse la salvación en el tramo final de la temporada. Señé jugó 16 partidos con el Celta B y anotó 4 goles. 

Al verano siguiente realizó la pretemporada con el primer equipo, y Berizzo decidió quedarse con él dándole un dorsal y ficha del primer equipo. El pasado año no jugó demasiados partidos, pero dejó una buena sensación entre la afición, especialmente por un partido que siempre recordará ante el Granada en Los Cármenes. Un encuentro en el que pareció un jugador espectacular y que no ha vuelto a repetir desde entonces. Aquel encuentro terminó siendo un oasis en el desierto, por desgracia para el Celta y para él. 

Este domingo el Celta viaja a Granada con muchos cambios pensando en el partido del jueves ante el Genk, y el catalán podría tener una nueva oportunidad en su estadio talismán. No será titular, pero opta a disponer de algunos minutos en la segunda mitad. Si funciona, el Granada debería plantearse seriamente su fichaje, o bien el Celta mudarse a Granada, por si en Mos no encuentra un sitio en el que hacer un estadio. 

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