El Celta disputa esta tarde (18:30) uno de los partidos más importantes del año, que ha quedado totalmente eclipsado por los compromisos europeos de los de Berizzo, que el pasado jueves lograron el pase a los cuartos de final de la Europa League. Con esta premisa, el equipo vigués ha tenido poco tiempo para pensar en este encuentro, y menos aún para prepararlo, algo que se viene repitiendo desde que comenzó el año 2017 y este carrusel de partidos entre semana y el fin de semana.
Además, un derbi nunca es un partido cualquiera, y tendrá muchos condicionantes que lo convertirán en un partido especial. El estadio estará lleno, y se espera la presencia de más de un millar de aficionados célticos en Riazor. En la grada habilitada para tal efecto, habrá unos 880, las entradas que vendió el club, pero además habrá celtistas salpicados por todas las gradas.
Berizzo no dio ayer demasiadas pistas sobre el once inicial que pondrá en liza, pero será muy competitivo. De hecho, se parecerá mucho al que eliminó al Krasnodar, aunque el preparador argentino reconoció que tiene dudas sobre la presencia de Nemanja Radoja, uno de los futbolistas más castigados del equipo, que ya jugó ante el Villarreal, y el pasado jueves en Krasnodar. El serbio es uno de los más exigidos del plantel a nivel físico, y tal vez podría parar, especialmente si tenemos en cuenta que se concentrará con su selección tras este partido.
Así pues, salvo esta duda que podría ser cubierta por Pape o Jozabed, el Celta jugará con sus mejores galas, uno de los partidos más importantes del año. Un derbi que ha ido perdiendo atractivos conforme el Celta ha ido alcanzando objetivos más ambiciosos, pero que sigue siendo uno de esos días que siempre recuerdan los aficionados, tanto los locales como los visitantes.
En A Coruña están con ganas de revancha tras el 4-1 de la ida, y el Celta quiere vengarse por la derrota sufrida el pasado año, con muchos errores propios, como el fallo del penalti por parte de Nolito, o el gol en propia meta de Jonny, ya casi en tiempo de descuento. Muchas cuentas pendientes por ambos bandos para un partido precioso de fútbol.
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