Uno de los grandes precedentes a los que se agarra el Celta es la eliminatoria ante el Aston Villa, en la Temporada 1998-99. Por entonces, el equipo vigués era un novato en este tipo de competiciones. Solo había participado en una ocasión anterior, 27 años antes, y había caído a las primeras de cambio ante el Aberdeen, por lo que para la afición celeste, aquella competición era oro puro.
En la eliminatoria ante el Aston Villa, el pesimismo se apoderó de muchos por el resultado de la ida. El 0-1 logrado por el equipo británico, además de injusto, dejaba al Celta en una delicada posición de cara al partido de vuelta. Sin embargo, aquel equipo quería ser recordado durante muchos años, algo que han conseguido.
El Celta acudió a Villa Park convencido de que podía remontar, y lo logró. Se trajo a Vigo una victoria (1-3) ante el líder de la liga inglesa, que le situaba en el mapa del fútbol europeo. Es evidente que entre aquel Celta y este existen notables diferencias, entre otras cosas porque el fútbol es diferente, pero aquel Aston Villa era un rival de entidad, y el Celta le pasó por encima a pesar del mal resultado de la ida.
Ese es el precedente al que tenemos que agarrarnos, y al que se tiene que agarrar la plantilla para intentar continuar en una competición que ha ilusionado mucho, y de la que no nos gustaría caer a estas alturas.
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