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| Foto: Jorge Landín/Atlántico Diario |
Eduardo Berizzo habló ayer de su rival esta noche, un Alavés al que conoce bien después de enfrentarse a él dos veces en el último mes: “Se comporta siempre de la misma manera, presiona, no deja espacios para jugar, mantiene sus líneas juntas, aprovecha el balón parado. Nosotros también somos incómodos, presionamos mucho. El que se haga con el balón, y lo use con inteligencia, paciencia y tranquilidad, podrá hacer daño”, explicó.
El preparado argentino no cree que su rival cambie por el hecho de jugar en casa, o verse exigido por un resultado que no se decanta a favor de ninguno de los dos: “Va a tener un comportamiento similar al que tiene siempre. Un partido con una carga emocional grande provoca mucho cuidado, mucha atención, esa esa la idea de cara a los detalles del partido. Después en el juego hay que tener la mente fresca para jugar muy bien, y en eso hemos incidido preparándonos muy bien”, manifestó.
El Alavés es un equipo con la idea de juego muy clara, y lo suele llevar hasta las últimas consecuencias, pero tiene un centro del campo muy creativo, y eso le permite disfrazarse de equipo dominador si es necesario. Hay que reconocer el mérito de la dirección deportiva del club vitoriano, y también de Pellegrino, capaz de convertir a un equipo recién ascendido en uno de los más incómodos rivales con los que se puede encontrar cualquier equipo en la Liga.
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