Radoja Superstar

Radoja, elevándose del suelo (Foto: José Lores)

Solo la gran temporada de Iago Aspas está eclipsando a Nemanja Radoja. Y aún así, el serbio está sabiendo ganarse su sitio en un año en el que está experimentando un enorme salto. El centrocampista céltico abandonó la condición de suplente que le perseguía durante la pretemporada, para convertirse en un titular indiscutible alcanzando el estrellato. 

La nula atención que merecen los equipos del extrarradio de La Liga evita que Radoja no sea más conocido entre los aficionados  al fútbol en España, pero para el celtismo no pasa inadvertido casi nada de lo que hace. Y es que además casi todo lo hace bien. El de Novi Sad llegó al Celta en el verano de 2014 como un auténtico desconocido. Un fichaje de perfil bajo, destinado a cubrir una posición huérfana tras las reiteradas lesiones de Oubiña, que en ese momento se debatía entre dejar el fútbol o intentar aguantar un año más soportando los terribles dolores de su rodilla. 

Fue un día de agosto cuando decidió que solo volvería si le garantizaban que su rodilla no corría peligro. Y fue entonces cuando el Celta tuvo que improvisar y buscar un pivote defensivo. Incluso jugó la primera jornada con Borja Fernández de titular. Pero Radoja ya estaba allí. Salió en la segunda mitad, dos días después de aterrizar en Vigo, sin tener ni idea de castellano. Como si tal cosa. 

Es un tipo de una pasta diferente. De la escuela balcánica de antes. Un futbolista callado, sin excesivos alardes en el terreno de juego, sacrificado, voluntarioso, y con una enorme ética de trabajo. Seguramente encaje en la descripción del yerno perfecto. Aunque en realidad eso es lo que creíamos hasta el pasado verano, porque ahora sabemos que Radoja es mucho más que eso. No ha perdido ni un ápice de lo que le caracterizaba, de sus virtudes, pero a ellas ha añadido, o ha dejado ver, una enorme calidad técnica, verticalidad, capacidad de liderazgo y llegada. Le faltaba el gol y lo ha encontrado. Si se lo cree, marcará más porque sabe situarse en zonas donde puede hacer daño. Le faltaba confianza. Con ella, su crecimiento será imparable. Será Radoja Superstar. Mouriño, renuévalo.