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| Foto: RC Celta |
Después de estar cedido un año en Vigo, Fabián Orellana regresó a Granada. El Celta quería que regresase y el jugador también quería volver, ya que se había sentido muy feliz vistiendo de celeste, y tenía grandes amigos en la plantilla. El Granada, mientras tanto, tensaba la cuerda para intentar sacar el mayor rendimiento posible por él. El Celta lo intentó durante el verano, sin éxito, y también en el mes de enero siguiente, y aunque parecía que no llegaría, el fax llegó sobre la bocina, anunciándose el fichaje a esos de las 00:15. Un cuarto de hora después de que se cerrase el plazo.
Pues bien, el destino de Orellana, en su salida de Vigo, puede decidirse también sobre la bocina. Eso es lo que informan desde Valencia, en concreto el diario Súper Deporte, que advierte a los aficionados valencianistas para que estén pendientes hasta el cierre del mercado. En este momento no hay acuerdo con el Celta, y la previsión en la directiva ché es que las negociaciones se prolongarán hasta última hora.
Las diferencias económicas son muy grandes. La distancia entre lo que quiere el Celta, y lo que ofrece el Valencia sigue siendo abismal, y ninguna de las partes quiere ceder, aunque tendrán que hacerlo si quieren llegar a un acuerdo. Por cierto que al Celta no le apetece mucho este trato, por lo que convencerle será más complicado incluso de lo que vaticinan desde Valencia.
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