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| Foto: Getty Images |
El año 2017 que hoy ha entrado puede pasar a la historia de diversas maneras. El Celta lo empieza con la mayor de las expectativas, inmerso en tres competiciones en las que cuenta con todas las posibilidades de dar alguna alegría a sus aficionados. Eduardo Berizzo no ha ocultado su preferencia por la Copa del Rey.
El preparador argentino formaba parte de aquella plantilla que se plantó en la final de la copa en el año 2001, compatibilizando esta competición con la UEFA, donde llegó a cuartos de final, siendo eliminado por el Barcelona en una eliminatoria con polémico arbitraje. A la final llegó el Celta siendo el auténtico favorito ante un Zaragoza que se había salvado del descenso en las últimas jornadas, y que era claramente inferior a los celestes.
Tal vez por eso aquella derrota fue tan dolorosa para los aficionados. Han pasado más de 15 años, y para muchos de nosotros, para los que lo vivimos en Sevilla, o en Castrelos, o en nuestras casas, sigue siendo uno de los recuerdos más amargos, incluso de nuestra vida. El “Toto” lo vivió en primera persona, y quiere sacarse esa espina de encima.
Es complicado, muy difícil en su realización porque ya en octavos nos toca un Valencia muy irregular en La Liga, pero capaz de todo en una competición como la Copa por la calidad de su plantilla. Esperemos que el peso de aquella desilusión, las ganas de revancha, pesen más que cualquier otro aspecto, y 2017 pueda convertirse en un año tan maravilloso como ahora imaginamos.
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