Lo de Milán parecía más difícil


Foto: Patrick Hertzog/Getty Images
Hace ahora 13 años, el Celta llegaba a la última jornada de la fase de grupos de la Champions en una situación muy parecida a la actual, pero con el matiz de que su rival jugaba fuera de casa, igual que el Celta, que tenía que visitar, ni más ni menos, la cancha del último campeón de la competición: El Milan, que unos días después disputaría el mundialito de clubes. 

Era aquel Milan un equipo muy potente, con Kaká en su mejor momento de forma. Las cuentas del Celta eran sencillas. Tenía que ganar en San Siro, y esperar que el Ajax, su rival entonces, no lo hiciese en Bélgica, justo lo contrario de lo que espera ahora el Celta. Entonces el equipo belga no era el Standard de Lieja, sino el Brujas. 

El Milan se adelantó en la primera mitad, por medio, como no, de Kaká, poniendo aún más complicadas las cosas para los de Lotina, pero un gol de Jesuli antes del descanso devolvía la esperanza. Llegaban buenas noticias de Bélgica, pero era necesario refrendarlo con un gol más en Milán, y este llegó gracias a José Ignacio. De los pormenores de ese gol se ha hablado muchísimo en reiteradas ocasiones, y no solo supuso ganarle al Milan en San Siro, ya de por sí una gesta, sino pasar a la siguiente ronda de la Champions cuando todo parecía estar en contra del equipo vigués. 

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