Pasarán años antes de que se olvide el paso de Fabián Canobbio por el Celta. El futbolista uruguayo destiló su clase en Vigo, siendo artífice del ascenso logrado en la Temporada 2004-05, y de la posterior clasificación para la UEFA CUP. A Vigo llegó casi de rebote, después de una temporada con escaso protagonismo en el Valencia de Benítez, que dijo a su llegada que había pedido una mesa y le habían traído una lámpara.
Ese fue precisamente el apodo de Canobbio durante sus años en Vigo, de donde se fue en el año 2008, cuando el Celta entró en ley concursal y se tuvo que desprender de las fichas más altas. Las dos siguientes temporadas jugó en el Valladolid, y posteriormente en el Larissa griego, hasta que en 2011 decidió regresar a Uruguay militando en las filas de Fénix, Progreso y Danubio.
Una lesión en el talón de aquiles le hizo colgar las botas, pero ahora va a regresar al fútbol en un puesto muy diferente, ya que, si todo sale según lo previsto, a partir del próximo 11 de enero tomará las riendas del Progreso como Presidente del club. Es el club que lo vio nacer futbolísticamente, y el ex jugador del Celta encabeza la única lista que se presentará a las elecciones del próximo 11 de enero. Un puesto que no tiene nada que ver con el que ha desarollado durante casi dos décadas.
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