Athletic 2 - Celta 1 [Exhibición y derrota]


Foto: LFP
Es verdaderamente difícil explicar lo que ha sucedido esta noche en San Mamés. El Celta le ha dado un baño de fútbol al Athletic como seguramente no recuerden los más viejos del lugar, y ha acabado perdiendo. El equipo vigués marcó un gol, tuvo dos palos y vio como el portero del equipo rival era el mejor. Fue netamente superior durante 80 minutos, pero un penalti de Roncaglia, que le costó la expulsión, precipitó un desenlace amargo e injusto con una derrota totalmente insospechada. 

De inicio, Berizzo apostó por su equipo de gala, con Roncaglia ejerciendo de central,y Bongonda repitiendo en la banda izquierda. Además, introdujo a Guidetti como delantero, con Aspas por la derecha, y Wass en la mediapunta. Más o menos lo esperado para todo el mundo, menos para el Athletic, que fue incapaz de presentar batalla. 

El Celta fue dueño y señor del partido durante 80 minutos. Avisó muy pronto con un genial pase de Pablo Hernández que dejó solo a Guidetti, pero el sueco no supo resolver ante Kepa. Unos minutos después fue Aspas el que se quedó solo ante el meta rival, al que superó con una vaselina que impactó en la cruceta. Fue una de las mejores ocasiones de la primera mitad. 

El Athletic no apareció durante la primera media hora, pero aprovechó un descanso del Celta para acercarse a la meta de Rubén Blanco, al que puso a prueba con un potente cabezazo de Aduriz. También pidieron penalti por unas más que posibles manos de Gustavo Cabral. El Celta se sacó la presión de  los bilbaínos y terminó la primera mitad en el área rival. 

Tras la reanudación, más de lo mismo. El Celta mostró incluso una superioridad mayor, y pudo adelantarse en varias ocasiones. Primero con una maravillosa acción de Aspas, que se lleva el balón atravesando la línea defensiva y rematando al poste. En el 10 de la segunda mitad no perdonaría tras una preciosa asistencia de Bongonda y un remate bellísimo ante el que no puede hacer nada Kepa. 

El meta bilbaíno sería el héroe del Athletic en los siguientes minutos con intervenciones de mérito, una de ellas ante otro tiro de Iago Aspas, realmente brutal. El equipo vasco no aparecía. El Celta se defendía con criterio y orden, no regalaba el balón, y presionaba mucho la salida de balón. Además, ganaba la espalda de la zaga con facilidad. 

Estaba perdonando una goleada, pero el fútbol no entiende justicia. En el minuto 80, Roncaglia comete el único error del partido, se come el amago de Iñaki Williams, y comete penalti, que además deja al Celta con uno menos para los últimos diez minutos. Aduriz anotó la pena máxima, y el equipo de Berizzo volvió a mostrar su orgullo yendo hacia arriba y aguantando bien. Incluso pudo marcar el segundo en un libre directo de Aspas, pero el dios fútbol tenía reservado un trago amargo para los celestes con el 2-1 de San José ya en tiempo de descuento. Las caras de todos los protagonistas reflejaban la incredulidad por lo visto en el partido y el resultado final. 

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