Debut céltico en la Copa del Rey (21:00) en La Condomina ante el UCAM de Murcia, un recién ascendido a Segunda División, quien tras un buen inicio de temporada se ha situado en los puestos bajos, aunque su última victoria sobre el Numancia le ha servido para abandonar los puestos de descenso.
Pero la Copa es una competición que nada tiene que ver con la Liga. Para bien o para mal. Cualquier equipo de Segunda División es peligroso si no existe la concentración necesaria para evitar sustos. Recordemos aquel Almería - Celta de hace cuatro temporadas, saldado con un 2-0 en la ida que obligó a una remontada heroica en el partido de vuelta. La idea de Berizzo es que el partido de mañana se parezca más a la eliminatoria del pasado año, precisamente ante el mismo Almería, que quedó resuelta en el partido de Los Juegos del Mediterráneo gracias a la victoria celeste.
Para ello Berizzo ha viajado con 19 futbolistas, pendientes de la recuperación de Rubén Blanco, aquejado de una gripe que le podría dejar fuera del equipo si no se recupera a tiempo. El preparador argentino adelantó ayer que Sergio, David Costas y Naranjo serán titulares esta noche. No adelantó ningún otro nombre, aunque deslizó que Marcelo Díaz podría ser otro de los que jugase.
La idea del argentino es la de no realizar rotaciones tan extremas como las que llevó a cabo en la Europa League, pero es posible que debido a la diferencia de categoría entre los dos equipos termine por convencer a Berizzo y cambie a casi todo el equipo. De todos modos, el técnico celeste no se fía del UCAM de Murcia, y ya advirtió sobre su peligro en el juego aéreo y las acciones a balón parado, auténtico talón de aquiles del Celta, y a las que tendrá que estar muy atento esta noche.
El Celta regresa, además, a un mítico campo del fútbol español como La Condomina, jubilada por el Real Murcia, que construyó la Nueva Condomina, pero recuperado para el fútbol de élite por el UCAM. La última vez que el equipo vigués visitó este estadio fue en la Temporada 2004-05, y lo hizo por partida doble cuando el Real Murcia y el Ciudad de Murcia, de Quique Pina, compartían esta instalación municipal.
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