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| Foto: EFE |
Iago Aspas perdió ayer su primera oportunidad de debutar con la selección española, y no lo hará en competición oficial hasta que vuelva a recibir la llamada de Julen Lopetegui, pero el martes tendrá una nueva ocasión para vestir la camiseta de la selección española en un recinto sagrado como Wembley, un estadio en el que no todos los futbolistas pueden llegar a jugar.
El canterano tendrá la oportunidad de representar al Celta y a la selección española en un recinto tan emblemático y ante una selección, la inglesa, que seguramente motive especialmente al moañés. Aspas no pasó un gran año en Liverpool, aunque aprendió mucho y creció en varios aspectos. Durante su temporada en Anfield, tuvo que soportar críticas e incluso bromas, que se mantuvieron durante el tiempo. Incluso esta semana, tras darse a conocer su convocatoria, fueron muchos los aficionados “reds” que mostraron su extrañeza e incluso se burlaron del jugador del Celta.
Ya sabemos que la motivación mueve a Aspas, un delantero de raza, con mucho carácter, y que ha aprendido con el paso de los años a encauzar de forma positiva la motivación. Sigue siendo impulsivo, pero gestiona mucho mejor las emociones y resulta cada vez más eficiente para su equipo. Lopetegui puede aprovechar este inercia para sacar partido en un amistoso que dará prestigio a quien resulte ganador. Para Aspas será una buena oportunidad si el técnico vasco decide darle minutos. Parece que así será, convirtiéndose en el vigésimo primer internacional del Celta a lo largo de los 93 años de historia del club vigués.
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