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| Foto: Miguel Riopa/Getty Images |
La afición celeste siempre espera grandes cosas de Iago Aspas. Y no es una espera en vano, ya que habitualmente no falla. El moañés ya acumula 70 goles con la camiseta del Celta, muchos de ellos importantes para estar donde actualmente se encuentra el equipo. Sin embargo, hay un partido especial en el que hasta ahora nunca ha podido lucir.
El derbi es uno de los partidos que marca en el calendario cuando sale el calendario de la nueva temporada. Aspas se motiva especialmente en este tipo de partidos. En sus tiempos mozos incluso demasiado, pero ahora que ha alcanzado la madurez deportiva, es un futbolista más reposado, aunque mantiene esa esencia que le convierte en un jugador diferente.
Llega el momento de que el protagonismo sea suyo. Ya le toca, y posiblemente el derbi de mañana sea la gran oportunidad de redimirse ante su afición, que tanto espera de él en este tipo de partidos, y que tampoco ha obtenido hasta la fecha. Este verano ya ha dado un paso marcando un gol en el amistoso que ambos equipos disputaron en Montevideo. No es lo que él quiere, pero es un pequeño avance. Falta dar el salto y hacerlo también en un partido oficial.
Cuando esta noche Iago se ponga a dormir pasarán por su cabeza las imágenes de derbis anteriores. Son escenas que debe olvidar, recordando aquellas noches, tardes o mañanas en las que ha triunfado en el Celta. Y no tendrá que hacer mucha memoria. Ese es el Iago Aspas que necesitaremos mañana.
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