El Espanyol, un ejemplo de lo que puede ser el Celta "chino" en unos meses


Foto: Lluis Gené/Getty Images
 El Celta se enfrenta esta tarde a un equipo al que se puede parecer mucho dentro de unos meses o unos años. El Espanyol está controlado por el grupo Rastar, con Chen Yansheng a la cabeza, que se hizo con el club barcelonés después de adquirirlo hace unos meses, una situación que podría parecerse mucho a la que vivirá el Celta dentro de poco si finalmente Carlos Mouriño decide vender sus acciones a un grupo asiático, tal y como se ha venido rumoreando en las últimas fechas. 

Rastar Group ha invertido más de 100 millones de euros en el club desde entonces. Compró el 54% de las acciones por 17 millones de euros, y tuvo que poner otros 33 para cubrir las garantías sobre el la construcción del Estadio, y este misma semana cerró una ampliación de capital por valor de 75 millones de euros, según señala Atlántico Diario. 

Además, este verano ha realizado una gran apuesta por el equipo de fútbol, con una inversión estipulada en los 15 millones de euros en traspasos, un poco menos del doble que el Celta, pero la gran diferencia estriba en los salarios que ha ofrecido a las nuevas contrataciones, muy superiores a los que ofrece el Celta, aunque el tope salarial de ambos clubes no difiere mucho (47 del Espanyol por 39 de los vigueses). 

A Cornellá han llegado este verano futbolistas contrastados y cotizados: Roberto, fichado del Olympiakos por 3 millones de euros, y su rival en la portería, Diego López, llegado desde el Milan en calidad de cedido, y con un salario elevado. Además también se ha hecho con futbolistas como Diego Reyes, Javi Fuego, José Manuel Jurado, José Antonio Reyes, Pablo Piatti, Leo Baptistao, por el que pagó 3,5 millones de euros al Atlético, y Álvaro Vázquez, ariete que le arrebató al Deportivo cuando incluso había pasado el reconocimiento médico en A Coruña. Las cantidades económicas ofrecidas por los catalanes eran muy superiores. 

Así pues, el Espanyol puede ser, o no, un espejo de lo que podría ser el Celta en unos meses. Es pronto aún para adivinar si Rastar está gestionando bien el club que ha adquirido, y qué quiere hacer con él. Cuando un grupo inversor adquiere un equipo de fútbol siempre es una lotería. Puede salir bien, como Abramovich en el Chelsea, o ser un desastre, como el Racing de Santander, comprado por un grupo indio, que vive una situación realmente preocupante. Es cuestión de fe, y de saber a quien se le vende. 

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