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| Foto: Marta Grande |
Se esperaba una reacción más notoria de Balaídos tras los rumores de las últimas semanas acerca de la venta del equipo a un conglomerado de empresas chinas. La afición parecía estar más pendiente del encuentro que de este tipo de asuntos, aunque interrumpió su atención en el minuto 20 con un cántico en el que instaban a Carlos Mouriño, propietario del club, a no vender el club.
“Mouriño, atente, o Celta non se vende”, tararearon los seguidores célticos al Presidente, situado en este encuentro en la zona central de Río Bajo, donde se colocó un provisional y bastante mejorable palco de autoridades. No parece que este cántico ablande a Mouriño que, si atendemos a las informaciones difundidas por gran parte de la prensa viguesa, ya ha tomado la decisión de vender sus acciones.
A pesar de que en este partido no se produjeron excesivos movimientos, no se descarta que en breve se lleven a cabo iniciativos, bien a través de protestas en el estadio, o algún tipo de gesto en redes sociales, contra la venta del club que, en líneas generales, no acaba de gustar a los aficionados.
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