Sergio cumple 30 años como ejemplo de constancia y superación


Foto: Manuel Villar/La Voz de Galicia
Sergio Álvarez cumplió ayer 30 años, tres décadas de celtismo que le han llevado a jugar en el primer equipo después de varios años a la sombra de los guardametas del Celta. En el año 2011, cuando tenía casi 25 años le llegó la oportunidad de debutar, y compartir al año siguiente con Yoel un sitio en el equipo. 

Llegó tarde, porque Sergio es un ejemplo de constancia. De no rendirse jamás. Ni cuando tuvo que salir cedido al Racing de Ferrol, ni cuando las lesiones le mantuvieron alejado de los terrenos de juegos, ni cuando el tiempo pasaba sin una oportunidad con el primer equipo. Todo llega, y Sergio es la demostración más evidente de ello. 

Puede que el “Gato de Catoira” no sea el mejor portero del mundo, pero ha aprovechado sus oportunidades como pocos. Siempre ha sido considerado el portero más débil del equipo, pero en muchas ocasiones logró convencer al entrenador de turno de lo contrario. En la temporada del ascenso, cuando Yoel se lesionó, muchos se echaron a temblar. Dos meses después nadie dudaba: Sergio debía ser el titular. A Herrera le costó, pero terminó aceptándolo, y ese mismo verano, ya con el Celta en Segunda, decidió prescindir de Yoel, que se fue cedido a Lugo. 

Sergio siguió en el equipo, aunque siempre como suplente. Ese año de Javi Varas, y al año siguiente del retornado Yoel. Con la marcha de éste, Rubén Blanco pasaba a ser su compañero, y otra vez Sergio parecía destinado a ser su suplente, pero Eduardo Berizzo apostó por él desde el principio y no defraudó, con grandes actuaciones que le convirtieron en uno de los mejores guardametas de la máxima categoría. 

Pero ni eso le sirvió para ganarse la confianza. Fue titular aquel año, y no pudo jugar el primer encuentro por sanción. Muchos sostenían entonces que Berizzo se había decidido por Rubén Blanco. Nunca lo sabremos, ya que el de Mos se lesionó, y Sergio recuperó su puesto en la segunda jornada, y aunque se alternarían, Sergio terminaría el año con 31 partidos en Liga. Otra vez sabía sobreponerse a las peores circunstancias. 

Ahora, convertido ya en un veterano guardameta, con más de 100 partidos a sus espaldas, la mayoría de ellos en Primera División, Sergio vuelve a encarar una temporada en la que apunta a la suplencia. Sea a manos de Rubén Blanco, o del nuevo fichaje -si es que llega- todo parece indicar que el de Catoira verá muchos partidos desde el banquillo. Solo él es capaz de volver a darle la vuelta a la situación. 

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