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| Foto: Omar Torres/Getty Images |
Los caprichos del fútbol han provocado que, un año después de la Copa disputada en territorio chileno, se repitiera la historia de forma milimétrica. A la final de la edición especial del Centenario de la competición llegaban los mismos finalistas, Chile y Argentina, con la intención, unos de repetir lo logrado un año antes, y otros de tomarse la cumplida revancha.
Y el destino quiso que la historia se repitiese, llevándose la victoria chile en la tanda de penaltis tras completarse los 120 minutos sin goles. La única diferencia se dio en la tanda definitiva, donde Chile venció por 4 goles a 2, a diferencia del año pasado, donde el resultado había sido un 4-1. Y eso que el partido empezó mal para Chile, con la expulsión del céltico Marcelo Díaz, aunque el colegiado pronto devolvió la igualdad numérica haciendo lo propio con Marcos Rojo.
En el bando chileno tres jugadores del Celta, que se han proclamado campeones de América siendo jugadores celestes, algo muy difícil de repetir. Marcelo Díaz, Orellana y Pablo Hernández, regresarán este verano a Vigo con un título en su poder, el segundo de la historia para la selección chilena.
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