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| Foto: LFP |
Sostienen los que conocen a Cladio Beauvue que aún no hemos visto en Vigo al verdadero delantero que fichó el Celta, que apenas se le han visto pinceladas, demasiada poco para lo que él puede llegar a dar. Seguramente en Lyon opinarán algo parecido, no así en anteriores equipos suyos, pero si el físico se lo permite es muy posible que pronto podamos ver una buena versión de un futbolista que ha demostrado con anterioridad que tiene fútbol en sus botas.
Ayer, con el Celta totalmente desarmado físicamente, su entrada al campo supuso un soplo de aire fresco por su banda. Bastaron dos carreras por su banda y un empalme de volea para recordar a la Real Sociedad que a su espalda había espacio suficiente para hacerle un roto importante, y que retroceder un paso era un buena idea.
Su entrada al campo mejoró al Celta, le hizo adelantar posiciones e incluso llegaron las mejores ocasiones del equipo con él en el campo. Cierto que no se evitó el sufrimiento, y fue una pena que no acudiese al primer palo cuando Aspas ganó la línea de fondo sentando a Ruli, pero al menos dejó entrever parte de la calidad que tiene, algo que hasta la fecha aún no habíamos visto del todo.
Los próximos meses serán clave para conocer su estado físico, algo renqueante desde su llegada a Vigo. Al cien por cien, con confianza y los automatismos necesarios adquiridos será un futbolista muy importante para este Celta.
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