 |
| Foto: LFP |
El Celta tendrá que aprender a vivir sin el Tucu Hernández. El centrocampista nacido en Tucumán es un fijo en los esquemas de Berizzo, que bendijo su llegada a Vigo y apostó por él desde el primer momento. Le costó adaptarse a la Liga, e incluso fue suplente el año pasado en la recta final, pero en la presente temporada se ha ganado a pulso el cariño de la afición, que en gran medida lo denostaba al comienzo del curso.
Con la baja confirmada ayer por los servicios médicos del club, entre cuatro y cinco semanas, el Celta se perderá su concurso durante más de un mes, por lo que Berizzo tendrá que activar un plan B para suplir su baja. Lo más normal es que sea Nemanja Radoja quien ocupe su posición. En las últimas semanas Pablo Hernández venía jugando de pivote, muy cerca de Marcelo Díaz, por lo que el serbio es quien mejor encaja en esa posición. En las últimas jornadas ha estado más gris, pero es un futbolista que ya el año pasado demostró su valía.
Otra opción, aunque mucho más ofensiva, sería la de ubicar a Daniel Wass en esa posición. Tal vez el sábado no, pero cuando regrese Orellana, si el chileno juega de mediapunta, la opción para encajar a Wass en el once inicial puede ser el puesto que venía ocupando Pablo Hernández. Borja Fernández o Pape Cheikh son otras opciones, aunque parece difícil pensar que Berizzo apueste por ellos en estas jornadas.
Lo que es evidente es que el estilo de juego del Celta cambiará. El ritmo pausado al que somete Pablo Hernández al equipo dejará paso a un estilo más eléctrico, con transiciones fugaces y seguramente una circulación de balón más rápida. Sin embargo, también podrá pagar cierto endeblez defensiva a la hora de recuperar el balón en la medular, y sobre todo en el juego aéreo, donde el Tucu ya demostró su prestancia. Cuando vuelva haremos balance de lo que ha sido su ausencia.
0 comments:
Publicar un comentario