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| Foto: Marta G. Brea |
A todos los que sois padres. A los que criáis a vuestros hijos en el celtismo. A todos los que vivís con ilusión los primeros partidos de esos pequeños que os cambiaron la vida. A los que con cariño les compráis su camiseta. A los que ahorráis para pagarles un abono, una entrada. A los que le regaláis ese balón celeste. A los que vais al entrenamiento para que puedan conocer a sus ídolos. A los que esperáis con paciencia a la salida de los jugadores tras los partidos.
A todos los que entráis en su habitación a darle un beso de noche cuando el Celta juega a deshora. A los que os quedáis en casa cuidándolos. A los que dais biberones mientras veis el partido del Celta. A los que no dormís para protegerlos de su última pesadilla. A los que educáis a vuestros hijos en el celtismo, en el respeto y los valores de un equipo humilde pero honesto. A los que estáis criando a los celtistas del futuro.
A todos los que fuisteis el niño de esta historia, a todos los que seguís eternamente agradecidos a vuestros padres por hacer todo eso por vosotros. A los que tenéis la suerte de que hoy lo siga haciendo. A todos los que os enamorásteis del Celta de la mano de vuestro padre. A todos los que echáis de menos esos partidos, esas conversaciones.
A todos vosotros: Gracias y feliz día.
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