Pedro Botelho fue uno de los primeros fichajes de Miguel Torrecilla como director Deportivo del Celta. Conocía al brasileño de su estancia en el Salamanca, y el club solicitó al Arsenal la cesión de este prometedor jugador brasileño con unas condiciones bárbaras para el fútbol en el que Wenger había puesto muchas esperanzas.
Sin embargo, tanto en Vigo como posteriormente en otros clubes demostró no saber canalizar su talento para triunfar en el mundo del fútbol. En el Celta comenzó como titular e impresionando por su velocidad, pero acabó perdiéndose para la causa. Tras estar en Vigo jugó en el Cartagena, donde hizo una muy buena campaña, y llegó a jugar en Primera con el Rayo y el Levante.
Tuvo su oportunidad pero no destacó con los vallecanos ni con los levantinistas, por lo que regresó a su país, donde ha jugado en los últimos años en el Atlético Paranaense y en el Mineiro, que ahora lo ha cedido al Estoril portugués al no contar con él. Militará en el cuadro luso por lo que resta de temporada, esperando que esta sea una nueva oportunidad para triunfar en el fútbol europeo. A sus 26 años aún está a tiempo.
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