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| Foto: EFE |
Jonny Otto no pasará a la historia del Celta por su facilidad goleadora, pero ayer vivió su bautismo con un tanto en el que la suerte tuvo un papel muy importante. Pero no solo la suerte, el de Matamá, tras un último mes en el que su nivel ha bajado, encontró al fin una buena actuación, no solo por el gol sino por participar activamente en gran parte de las acciones ofensivas del Celta, y ser un valladar en defensa.
Además de su gol, dio el pase a Señé en la volea que acabó con el gol de Guidetti, y ganó línea de fondo en varias ocasiones, aunque sus pases no encontraron rematador. Pero volviendo al cariz goleador del canterano, cabe recordar que el de ayer fue su partido número 106 con la camiseta del Celta, y esos fueron los partidos que necesitó para encontrar su primer gol.
No es un futbolista, al igual que sucede en el caso de Hugo Mallo, que se prodigue excesivamente en los remates, aunque la presencia ofensiva de los laterales célticos hace que dispongan de ocasiones en muchos partidos. Ante el Real Madrid, Keylor Navas le sacó un gol casi cantado, en lo que hubiera sido un bautismo más solemne. Sigue, en todo caso, pendiente de su primer gol en la máxima categoría del fútbol español. A ver cuando llega.
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