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| Foto: Miguel Riopa |
Cuando Berizzo decidió reconvertir a Hugo Mallo en defensa central, de cara al choque ante el Espanyol, muchos pensaban que aquello era una temeridad, incluso los que sabían que había sido central hasta su época juvenil creían que una cosa eran las categorías inferiores, y otra bien distinta el fútbol profesional.
Y así como el preparador argentino se equivocó apostando por Sergi Gómez para el mediocentro, hay que aplaudir su valentía y arrojo colocando a Hugo Mallo como central, ya que rinde tan bien o mejor que en el lateral. De hecho, jugando en un equipo como el Celta, con una facilidad tremenda para encajar goles, ha sido capaz de mantener a cero la portería en los tres partidos en los que se ha ubicado en el eje de la zaga.
Ante el Espanyol, con un jugador menos durante toda la segunda mitad, ante el Granada en Los Cármenes y ayer en Cádiz, aunque el de Marín solo disputó los últimos 45 minutos. El dato se hace más notorio si observamos que el Celta ha jugado este año 21 partidos, de los cuales solo en cinco de ellos no ha encajado gol. 5 de 21. Hugo Mallo lleva 3 de 3. Algo tendrá.
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