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| Foto: Kiko Hurtado |
Diego Alende es el gran protagonista de la actualidad celeste en estos días. Con sólo 18 años, el joven santiagués debutó el sábado en Liga ante el Betis por la expulsión de Jonny y tiene muchas opciones de hacerlo como titular liguero frente al Espanyol. Su historia resulta muy peculiar, según publica La Voz de Galicia, ya que se trata de un futbolista que lleva muy poco jugando como central.
Toni Otero, entonces director de la cantera céltica, se fijó
en Alende cuando estaba en el Ciudad de Santiago. Alende llegó a Vigo como
benjamín y durante un año tuvo que entrenar en solitario por la falta de esta
categoría en el club vigués. En alevines empezó como delantero, pero enseguida
fue reconvertido a mediocentro y, debido al déficit de jugadores para esta demarcación,
actuó de central en juveniles. Pese a su inexperiencia en el puesto, su
capacidad de trabajo y las condiciones que atesora le hicieron destacar.
Llamó la atención de Berizzo, quien el pasado verano le tuvo
en la concentración de pretemporada. Curiosamente, su presencia no ha sido muy
fructífera en el Celta B. Fue convocado
recientemente por la selección española sub-19, pero el Celta pidió que no
fuese para viajar al partido copero de Almería. Allí no jugó, pero sí lo hizo
por primera vez con el primer equipo en el Villamarín. Cumplió, pese al error
cometido en el 1-1. Destacan su altura, fortaleza y velocidad. También su
competitividad y regularidad. Aseguran que es un notable en todo con mucho
margen de mejora. Tiene contrato hasta 2020. Ojalá se convierta en una
sólida realidad.
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